El presidente de Chad, Mahamat Idriss Déby, ha tomado la decisión de suspender la emisión de visados a ciudadanos estadounidenses como respuesta a la reciente prohibición impuesta por el gobierno de Estados Unidos, que prohíbe la entrada a los nacionales chadianos. Esta medida se enmarca dentro de un decreto firmado por el expresidente Donald Trump, que incluye a un total de doce países en una lista de restricciones de viaje, citando preocupaciones sobre la seguridad y la presencia de organizaciones terroristas.
En un comunicado publicado en su cuenta de Facebook, Déby expresó que había “instruido al gobierno a actuar de acuerdo con los principios de reciprocidad y suspender la concesión de visados a ciudadanos de los Estados Unidos de América”. En su declaración, subrayó que, aunque Chad no posee grandes recursos económicos ni aviones para ofrecer, sí cuenta con “dignidad y orgullo”.
Contexto de la prohibición de visados
La orden ejecutiva firmada por Trump, que entrará en vigor el 9 de junio, no solo afecta a Chad, sino también a otros países como Afganistán, Myanmar, Haití, Irán y Yemen. Además, se aplicarán restricciones parciales a ciudadanos de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. Sin embargo, se han establecido excepciones para residentes permanentes legales de EE. UU., nacionales con doble ciudadanía, diplomáticos, atletas y sus familiares que asistan a eventos deportivos importantes, así como aquellos con visados de inmigración por razones familiares o de adopción.
La reacción de Chad se suma a la de otros países afectados. Thierry Moungalla, portavoz del gobierno de la República del Congo, ha manifestado que la inclusión de su país en la lista negra de viajes de EE. UU. se debe a un “malentendido”. En una rueda de prensa, Moungalla defendió que “el Congo no es un país terrorista, no alberga a ningún terrorista y no es conocido por tener una vocación terrorista”, y añadió que espera que los servicios diplomáticos se pongan en contacto con las autoridades estadounidenses para aclarar la situación.
Por su parte, el embajador de Somalia en EE. UU., Dahir Hassan Abdi, ha manifestado la disposición de su país para entablar un diálogo con el fin de abordar las preocupaciones planteadas por Washington. Asimismo, Sierra Leona ha mostrado su voluntad de colaborar con la Casa Blanca para resolver los problemas que han llevado a la imposición de restricciones.